La imagen del nazareno se instaló en una hornacina, situada en el lado izquierdo. En dicha ermita permaneció provisionalmente desde 1940 a 1953, año en el que regresó a la Parroquia de San Bartolomé, tras su reconstrucción y reapertura al culto. Durante estos años, la Cofradía realizaba la estación de penitencia desde esta ermita.El actual Nazareno, es una imagen de candelero para vestir, de tamaño natural, fue realizada en madera de cedro las partes visibles (manos, pies y cabeza) y en madera de pino de Flandes y telas encoladas las cubiertas por la túnica; la corona de espinas forma parte de la misma pieza de escultura, mide sin la peana 1,70m. Iconográficamente representa a Jesús camino del Calvario, cargado con la cruz y en movimiento, avanza su pie izquierdo hacia adelante mientras el pie derecho se flexiona para dar otro paso, no estando apoyado totalmente.

De su rostro emana dolor, humildad, y resignación ante su destino, con los labios entreabiertos que hablan por sí mismos del sufrimiento y la mirada que torna hacia el suelo que se pierde en una insondable melancolía. El cabello largo y ondulado cae por una parte por su pecho y por otra sobre la espalda. El Nazareno lleva la cruz a cuestas, apoyada en su hombro izquierdo y a cuyo travesaño se abraza. La cruz que porta es de tipo arbóreo, tallada en madera por el escultor local Elías Rodríguez Picón en 1.998 rematada por cuatro casquetes de alpaca plateada,donados por la Asociación Socio- Cultural "Isabel de Fonseca", de Rociana del Cdo. El escultor Joaquín Moreno Daza, de la Palma del Cdo., saneó en 1.980 el ensamblaje de los pies con la peana. En 1.989, varios miembros de la Junta de Gobierno restauraron la encarnadura del cuerpo y la peana que estaban agrietadas; también se le pusieron varias espinas en la corona que estaban partidas. El escultor José Guzmán, de Paterna del Campo, restauró en 1.989 una de sus manos. En 1.995, el escultor Joaquín Moreno Daza saneó sus piernas, pies, espinas de la corona y ensamblaje en el hombro izquierdo para soporte de la cruz, realizó los antebrazos y una nueva peana. En 1.998, ante el informe de técnicos en Bellas Artes de la Excma. Diputación Provincial de Huelva, en el que se advertía de las numerosas anomalías que presentaba la imagen del Nazareno, el escultor local Elías Rodríguez Picón realizó un imprescindible proceso de restauración en profundidad sobre la totalidad de la Imagen, que ha de considerarse como verdadera remodelación, ya que la efigie, con esta actuación sobre su talla, ha sido sensiblemente mejorada.
Le talló en madera de cedro un nuevo cuerpo, respetando el rostro y las manos de su hechura primitiva que estaban en perfecto estado de conservación, a excepción de la policromía que era insuficiente, por lo cual, el artista realiza la nueva encarnadura de la Imagen, quedando tal y como la conocemos ahora. Ante esta importante restauración, la imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno no pudo realizar la estación de penitencia en 1.998; el 21 de Noviembre del mismo año se celebró la solemne Bendición de dicha Imagen, terminando con devoto Besapiés. Gran parte del coste de esta restauración fue subvencionado por la Excma. Diputación Provincial de Huelva.
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